Ansiedad y Mindfulness, una buena combinación. En qué consiste esta práctica y qué ejercicios hacer para lidiar con el estrés y los síntomas que produce.
El estrés y las sensaciones amenazantes provocan ansiedad, una respuesta normal del cuerpo humano pero que muchas veces tiene síntomas psíquicos y físicos poco agradables. Taquicardia, sudor, hiperventilación, mareos y pensamientos de peligro o de huida pueden ser manifestaciones de la ansiedad que aqueja. Para superarla hay aprender a seguir enfocado en el día a día, viviendo a pesar de su aparición y sin dejar que domine tu vida. La técnica de meditación Mindfulness puede ayudar a superar la ansiedad.
¿Qué es el Mindfulness?
La palabra Mindfulness hace referencia a un estado mental de las personas en el que la consciencia se enfoca hacia el momento presente. La atención se dirige a la simple observación de los pensamientos ligados al “aquí y ahora”: sin juzgar, ni reflexionar sobre el pasado o predecir el futuro. Por otro lado, se llama Mindfulness al conjunto de ejercicios que se utilizan para alcanzar ese estado mental. Es decir, las prácticas a seguir -de manera consciente- para lograr ese resultado.
Mindfulness y ansiedad
El Mindfulness propone ejercicios de “atención plena”, un concepto inspirado en técnicas de meditación milenarias del hinduismo y el budismo. Sin embargo, lejos de ser una práctica mística o religiosa, su objetivo es mejorar la calidad de vida de las personas. Actualmente, Mindfulness es una herramienta fundamental para el manejo de la ansiedad y los ataques de pánico. En este sentido, la atención plena ayuda a practicar la capacidad de observar las emociones y pensamientos sin juzgar y sin dejar que atrapen toda la atención y tomen el control de nuestra vida.
Ejercicios de Mindfulness
- Respirar con consciencia plena: Concentrarse en la respiración. Parece fácil pero cuando se está tenso o sufriendo un ataque de pánico es una tarea que requiere gran esfuerzo. Poner el foco en la respiración ayuda a que las emociones desbordadas vuelvan a su cauce normal. Para lograrlo sirve: contar respiraciones; fijarse en la temperatura del aire cuando ingresa y cuando sale; pensar en el cosquilleo de la nariz y la garganta al inhalar y exhalar; o visualizar el aire de un color específico e imaginar que va llenando tu cuerpo.
- Visualizar y darle forma a la sensación
Para perderle el miedo a la ansiedad, Mindfulness propone mirarla de frente y dejarla estar. Para eso, hacerse estas preguntas:
– ¿En qué parte de mi cuerpo está la sensación?
– Si ésta tuviera una forma, ¿cuál sería?
– Ahora ponele un color a la sensación.
– ¿Se mueve o está quieta?
– ¿Qué temperatura tiene?
Finalmente solo observamos, la dejamos estar mientras respiramos… Poco a poco se va perdiendo el miedo, para no huir y aceptarla.
- Imaginar los pensamientos como nubes
Normalmente se responde a la ansiedad con un montón de pensamientos amenazadores, que parecen reales pero no lo son. Las técnicas de Mindfulness enseñan a visualizar esos pensamientos fuera de nosotros y a tratarlos como son: solo pensamientos.
Hay que imaginar que esas ideas que dan miedo están escritas en las nubes del cielo, frente a nosotros. Observá como van pasando y se van alejando cada vez más… Vos estás acá y las nubes están allá, separadas, no son lo mismo. Sos el que mira, ¡no sos esos pensamientos!
Estos y otros ejercicios de Mindfulness para la ansiedad podés realizarlos por tu cuenta, cuando estás tranquilo, para poder aplicarlos en momentos de crisis y prevenir el burnout. También podés unirte a algún taller, grupo o app que te ayude a aprender más sobre esta práctica tan sencilla como efectiva.
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